martes, 4 de octubre de 2016

Era se una vez, un colectivo de nuestra sociedad al que llaman Amarguros.


 Dicen que suelen ser diferente al resto de personas y que se van contagiando de diferentes formas y maneras, ese sentimiento entra en contacto con la sangre,  directamente le llega al corazón y de ahí se reparte por todo el sistema sanguíneo.


Ocurrido esto hay una gran variedad de amarguros, aquí algunos casos; 


Puede darse el caso, que desde los primeros años de edad (incluso meses) quede impregnado al verla a ella, una vez ocurrido esto su único deseo es formar parte de ellos y ser un amarguro más.  Normalmente pasa con los primeros rayos de la mañana.

El niño o niña, que ha vivido en su familia de alguna manera esa forma tan especial de quererla, bien sea de costalero, de nazareno, de la mujer que desde las 5 de la mañana camina detrás del paso o de aquel que desde el  balcón  le reza al verla pasar.  

A pesar de verla siempre nunca la miró a los ojos, no encontró esa conversación eterna, la misma que tiene con el discípulo amado. Necesitó a alguien que le hablara de ella y antes de contarle todo, se entrega como el mismo amarguro que se impregnó desde pequeño.

Se habla que desde tierras lejanas y cercanas, sin saber por qué, sintieron ese temblor en el cuerpo que te entrecorta la voz,  justo al entrar a la iglesia quedaron mirándola para siempre.

Aquel que pierde a un ser querido, y ese ser  de alguna manera llegó a tenerle fe,  no dudo que no se convierta en uno de ellos para encontrase con él o ella en aquella esquina donde se juntan el cielo y la tierra cuando el sol vence a la luna.

Nunca pensó en ella y nunca se acercó,  pero vio en su hijo o hija que creaba un algo (ese algo aún no se puede definir, ya que el diccionario tiene bastantes deficiencias para explicar ese algo)  que le hizo caer y creer.


Cuentan que no tiene cura y que para siempre quedan bautizados con ese nuevo nombre que orgullosos llevarán el resto de sus días, a veces algunos cumplen su ciclo y por algo que aún no se,  cada madrugá se quedan en sus casas pensando en ella y esperando a que todo pase.  Otros comienzan en una esquina, de nazarenos, pueden llegar a ser costaleros, pocos su capataz, pero al final  vuelven a ser nazarenos y terminan en una esquina con lágrimas en los ojos y una tímida sonrisa.  Cuando todo esto parece que termina, esperan a que San  Pedro les abra las puertas del cielo un amanecer más… 

viernes, 1 de abril de 2016

Madrugá 2016. Una historia de emociones.

Siempre es complejo expresar sentimientos a través de la palabra escrita. Más aún, cuando nos inunda, días después, ese torrente de vivencias, estampas que engloban lo que hemos dado en llamar "El sentimiento se llama amargura". ¡Amarguros, perdonadme!, os lo ruego porque, aún sigo en esa nube, que entre todos hemos ido construyendo en estas cinco horas bajo el manto de la señora de la madrugá. 

Se fue el sol del jueves santo. Llego la noche a nuestro pueblo." ¡Ya no hay vuelta, atrás!- Cuando salga el sol de nuevo ya estará pasando"- comentábamos, como siempre. Antes de irnos a casa a "esperar", el encuentro con unos y otros. Morsi, Cándido, Germán, Poe, Paraka, Pepe Caseli... Nuestras caras lo decían todo. Ganas. Nervios. Que sé yo. Que den las cinco y meternos bajo su manto.


Pasaron las horas. Llegó la hora...Primer pellizco. Descuelgas la medalla que guarda el cabecero de tu cama y vela tus sueños cada noche. Rezas. Te vistes. Pura liturgia costalera. -"Mamá me voy". -"Hijo, ten cuidado y que disfrutes".- me dijo. Ella era feliz, porque su hijo estaba feliz. La luna de parasceve. de Nisán o de madrugá iluminaba la oscura noche. Eran las tres y cuarto de la madrugada. "Vente pa´mi casa, hay que preparar lo de Eduardo, todo tiene que salir cuadrado"- me dijo mi hermano Juan. Y en su casa se respiraba amargurismo por todos lados. Y de ahí al encuentro con el resto de amarguros que llegaban poco a poco al lugar de citación. Liturgia, pura liturgia costalera. 

El reloj marcaba las campanadas. Eran las cinco. Todo estaba dispuesto. Era una madrugá especial, por las ausencias físicas que no en nuestro pensamiento. Faltaba gente.Cada uno de nosotros tenemos presente a alguien en nuestro sentir. Pero, faltaba Él. Aquella persona que ha sido en estos últimos veintipico años capataz de Nuestra Señora y otros años costalero de su Amargura, que sigue siendo nuestros ojos y que la salud, la que tanto pedimos cada día del año, le fue esquiva este año. Va por ti Eduardo. 

La Amargura estaba radiante. Lucía remozada la corona de Seco Velasco, restaurada por un hijo suyo Juan Cantero, amén de un puñal que estrenaba este año y realizado por su persona. Un cañaveral de luces iluminaban la cara de la dolorosa que gubiará el maestro Illanes. San Juan consolaba el llanto amargo de la Virgen por esas personas que queriendo estar no pueden. 

"Señores vámonos para dentro del paso".Mientras tanto,  Nuestro Padre Jesús ya se perdía entre la muchedumbre que se agolpaba en la plaza. Alzó la voz, Cándido. Palabras de aliento a los hombres de costal. Quiso acordarse de aquellas personas que le metieron en vena el ser Amarguro. "Mi hermano, el Llorón, Serrano, etc. Que curioso. Este año se estrenaban bajo la Amargura, cuatro hijos de antiguos costaleros de aquellos con los que compartí vivencias de joven". Juan Carlos, hijo de Serrano, antiguo capataz, su primo Pablo Llano, de la casta de los serranos, hijo y hermano de costaleros. Chiki, hijo de un antiguo costalero, José Miguel "El llorón" y Jesús Carmona, hijo de Manolín Carmona. ¡Qué el legado costalero siga vivo de padres a hijos!.

En la Iglesia solo está el pasopalio rodeado por sus nazarenos blancos de capa morada que se disponían a tomar la plaza, su gente.  El palio levantando comenzó su caminar. -"Oído, vámonos, finito y suave costalero no quiero rodillas vamos a caminar con la Amargura"- decía Juan, la voz de abajo que nos pellizca el corazón cada madrugá. -"Venga de frente costalero" - decía el capataz. Ya está la Amargura a la altura de la puerta. Se quitan los zancos. "Cada patero con su pata". Señores repartirse por los costeros, por la trasera y la delantera". Muy despacio para abajo, A esta es" Suena el llamador. El palio comienza a bajar a la tierra de los mortales. "Muy poco a poco". "Vamos a mirar los varales". "Venga vamonos para la calle, costalero". "Empujamos muy despacio". "Movimientos suaves y sin tirones".

Comienza a sonar "Amarguras". Sus notas rompen el aire fresco de la madrugada. Y así, poco a poco, el palio va saliendo a la plaza.  Los ojos de los allí presentes buscan la mirada de la hebrea amarga. Se ven lágrimas. El incienso perfuma esa estampa. Costaleros, nazarenos mirando por un instante a la Amargura.  Es un momento fugaz porque el capataz ordena subir el paso y colocarle las patas. "Lo que hemos dicho, mucho oído y despacio arriba". Se eleva el paso. Se colocan los zancos. Aplausos del gentío a la maniobra consumada con éxito. Nos metemos debajo. Nos deseamos suerte con los compañeros que nos cruzamos. Miradas cómplices. Primera levantá en la calle. Suena de nuevo la marcha Amarguras. Vamos caminando "finito y suave" como nos ordena el capataz. Termina la marcha. Se arría el pasopalio. Buenas sensaciones debajo. -"Dicen que la salida ha estado muy bonita, el palio venia de lujo" comentaba en voz baja algún costalero. Llama de nuevo Cándido. -"Juan". - Dime, Cándido, dime, -le contestó. -"Al cielo, fuerte arriba con la Amargura. Tos por iguá Amarguros. A esta es. El palio se elevo al cielo. Sonaba Margot, y la Amargura se perdia entre los naranjos de plaza para buscar los Mesones. Mención especial una levantá muy sentía, aún en la negra noche. Alzo la voz Candi Vázquez y quiso dedicar la levantá a la familia Sola Torregrosa y en especial a su amigo Matías. Momento emotivo. Seguro que le acercamos la Amargura al cielo. 

"Hay que ganarle a cada mano señores", comentaba el capataz a su pateros. Y así, discurríamos por Mesones para buscar San Sebastián a los sones de "La Madrugá". En el horizonte ya se atisbaba el clareo de la mañana. Este año amanecería antes. Cosas de horario de invierno. Se arrió el palio a la altura de la casa de Serrano. Se le dedico una levantá a su persona. "Su hijo va aquí debajo". 


El piar de los pajarillos mañaneros comenzó a sonar en el estrechón de Guaditoca. Sus melodías se confundían con las notas de Valle de Sevilla, interpretada por la Banda de Albaida, atenta y dispuesta a lo que se le solicitaba por parte de la cuadrilla. Ya entrando en los cantillos, sonaba Nuestro Padre Jesús, como antesala a una de las chicotás más emotivas y valientes de toda la estación de penitencia. Me refiero como no podría ser de otra manera a la subida de la calle Granillos. Mitíco emplazamiento. Lugar donde se bautizan amarguros que no han sido de cuna. Allí donde la casta se hace andar elegante y valiente. Allí donde se asoman aquellos que no están físicamente y nos ayudan a subir la cuesta. No sé lo que pasa en ese lugar. Solo sé que hay que estar presente para vivirlo. De verdad lo digo. Con el corazón en la mano. Aquí nos quitamos las caretas y nos presentamos tal y como somos. Levantá previa al iniciar la subida, por el amigo que no está, por los seres queridos que se fueron al balcón de los cielos dijo nuestro Cantero hijo.Pellizco. Salvada la primera señal, el palio comienza a caminar, va en una nube. Suena "Estrella Sublime" , para la Estrella de la Mañana como dijo el poeta. La trabajadera es un hervidero de sentimientos. Como digo hay que vivirlo. Hoy no me salen palabras para narrar ese momento. Termina la marcha y comienza Virgen de los Estudiantes, -"hay que seguir costalero, hay que seguir"- dijo Antonio el capataz. 

La mañana era una realidad. Un sol de viernes santo coronaba el cielo azul, como el de las fotografías de los años noventa. Si, ese mismo era. Un regalo de Dios para los sentidos. La luz mañanera entraba de lleno por entre las rendijas de los respiraderos. La Amargura ya cambio su cara. Y bajamos la calle camachos con Procesión de Semana Santa en Sevilla, para llegar de nuevo al centro y de ahí la cita obligada con nuestros mayores, que esperan la llegada de la Virgen, para rendirle tributo un año más, como ellos saben. Son las nueve de la mañana. El palio comienza a encarar la puerta de la residencia al compás de Amarguras. Los abuelos sentados aguardan impacientes. Sus ojos son un canto a la vida y a la lucha.Es un momento íntimo. De recogimiento y de pedir salud por ellos. El capataz dedica una levantá por ellos. El palio se pierde por Santa Clara para buscar la Avenida y de ahí el Palacio. "Hasta el año que viene si tú quieres"- como dice uno de los mayores despidiéndose de la Virgen. "Se nos acaba, chiquillo". Vamos disfrutar de los que nos queda".



Todo se iba consumando. El paso arriado espera que entre el Nazareno a su templo. Son las diez menos veinte. Restaban dos marchas para el encuentro. La Amargura te extrañó Eduardo al no verte delante suya guiándola entre la penumbra de la noche y las claritas de la mañana. Pero Ella, que es justa, te ofreció su mejor estampa. Cuando ya viene de vuelta, con la carita cansada. Hermosa y llorosa se te presentó ante tus plantas. Venía el palio fino, elegante y andando. Sonaba "La Madrugá". La plaza callada esperaba la llegada de la Virgen. "Aquí ha venido Eduardo, vamos hacerlo por él miarma"."Ole la gente de la Amargura". Y se escucho su voz. No podía faltar.- "Ole los costaleros buenos" -dijo Eduardo a su gente. Pellizco. Y sonaba "Amarguras". Lágrimas de emoción se derramaban. "Abajo con el, ahí quedo"- dijo Antonio. Empezó a entrar el palio en la iglesia. Suave, despacio, que no quiera entrar. Un vez dentro, ocurrió el momento, más emocionante de la madrugada. Eduardo y la Amargura como protagonistas. Nosotros, su gente, arropándolo. Frente a la Amargura, se le hizo entrega de un presente en forma de candelabro realizado por Juan Cantero, y coronado con un cirio de la candeleria del pasopalio, regalo de tu cuadrilla. Allí la emoción se desbordó. Por las circunstancias y por el hecho en sí. "Tu cuadrilla, con cariño te entrega este regalo Eduardo, para que la Virgen te ilumine y te de salud".

"Tu fuiste su costalero,
tu eres su capataz,
Vamos con la Amargura al cielo,
que Eduardo te está esperando,
que quiere volver a llamar,
y hablarle a su costaleros buenos
a los Amarguros de corazón y costal"

Eduardo cogió el llamador y con voz decidida llamó a Juan: 
"-Juan. Dime, Eduardo, dime, le contestó desde abajo. Vamonos miarma, la última y hasta el año que viene si Dios quiere...Toosss por iguááááá valientes, va por ustedes...A esta es". 

El palio se elevó al cielo como nunca. Y el sentimiento volvió a ser Amargura. Ahí quedo. Gracias. Salud. 


Habrá una historia por cada persona que tuvo la suerte de vivir esta pasada madrugada. Cada una con un motivo, un sentimiento, una oración, una promesa, un dar gracias que Ella concedió en algún momento determinado.



GRACIAS A TODOS.

viernes, 12 de febrero de 2016

Se celebró la Igualá con éxito en la Amargura y ahora esperan el primer ensayo.



Apenas llegadas las 20:30h del pasado  22 de Enero, los costaleros de María Santísima de la Amargura iban llegando a la casa de Hermandad, como cada año, puntualidad  y compromiso. 


Aunque algo no era igual, faltaría un grande de nuestra familia, una persona que deja el corazón y el alma por ella, por eso, este año y con más razón que nunca sus costaleros dejaran la sangre en esas trabajaderas para que desde una esquina cualquiera puedas sentir su amargura. El llamador aun te espera, porque si “el sentimiento se llama amargura”, tú ha sido capaz de hacernos llegar esa bendita locura. 


Seguidamente entre todos los allí presente, se decidió que saliera de capataz junto a Antonio Rincón, por un año, Cándido Rincón y dejando la posibilidad de que Francisco Javier Ortiz, según necesidad en las trabajaderas saliera junto a ellos. 


Una vez esto, se comenzó a igualar el paso, costalero por costalero y después  de una hora aproximadamente se terminó de igualá, se hicieron la ropa y levantaron el paso por el interior de la casa hermandad, todo correcto y esperando la llegada del próximo ensayo, que tendrá lugar hoy día 12 de febrero en el mismo lugar y a la misma hora.







Sin más agradecer  a todos los costaleros el compromiso con la cuadrilla, desde los que se desplazan desde otras localidades hasta los que hacen un esfuerzo por asistir al mismo.

viernes, 8 de enero de 2016

CALENDARIO DE ENSAYOS (AMARGURA DE GUADALCANAL 2016)



El costalero y la cuenta atrás son hermanos gemelos.  Cuando llegas a la última chicotá ya estás pensado en la primera del año que viene, la mente o el corazón es así, no sabes si estarán todos, si faltará alguien, o a saber lo que puede pasar en un año.  Por eso pides salud para cada uno de todos los presentes; gente de a pie, nazarenos, capataces, costaleros, penitentes, músicos y por supuesto… por el que no pudo estar. 


¡ESTA ES LA PRIMERA DEL AÑO QUE VIENE!      ¡QUE NADIE FALTE!       ¡SALUD! 



Y ¡AL CIELO!



El tiempo no hay quien lo pare, nada ni nadie, siempre va de frente y así pasan las madrugadas hasta llegar a la esperada. Por eso una vez pasada la Navidad ya estás pensando en que pronto avisarán del día de la  igualá, rumores que poco a poco se hacen realidad.


 Y  así fue, cuando los reyes magos repartieron ilusión por todas las casas del mundo, los costaleros de la Amargura al despertar ya tenían el calendario de ensayo para la próxima Semana Santa.


IGUALÁ; 22 de enero
1º ENSAYO; 12 de febrero
2º ENSAYO;  26 de febrero
MUDÁ ;  17 ó 18 de marzo (pendiente de confirmación)

Hora; 20; 30
Lugar; Casa de Hermandad

Por ello y desde este medio, en nombre de los capataces del paso de palio de MARÍA SANTÍSIMA DE LA AMARGURA  de Guadalcanal;  citan a  todos y cada uno de sus costaleros en las fechas puestas anteriormente.




INVITANDO también a todas las personas interesadas a formar parte de esta cuadrilla. Pueden ponerse en contacto con Eduardo Ventura 608 417 545 ó Antonio Rincón 666 205 816.


SE RUEGA PUNTUALIDAD Y CONFIRMACIÓN DE ASISTENCIA EN CADA UNO DE LOS DÍAS.





RECUERDA QUE SIN TI LA SEMANA SANTA NO SERIA IGUAL