jueves, 14 de marzo de 2013

Esperando el momento...


  Parece que poca a poco va llegando, se va acercando el momento, ese momento que uno particularmente sueña con ello durante todo un año, no siendo fácil la espera … pero más difícil es la previa que avanza a paso agigantado y lentamente a la vez.  Cuando la cuaresma se duerme, cuando las primeras gotas de rocío empiezan a despertar nuestros sentidos, despiertan las trabajaderas, las bambalinas, los costaleros, los nazarenos, los músicos, las madres y los hijos,  despiertan las calles y el silencio de la noche enmudecida que paciente espera el despertar del nuevo día.

  Son muchas las cosas que se te pasan por la mente, recuerdos que te vienen de apenas siendo un niño, dicen que el ser humano comienza a recordar cosas o momentos a partir de los dos o tres años de edad, de ahí hasta que un buen día tuve el privilegio de ser  tu nazareno, iban pasando los años y ya deseaba entrar en mi banda para poder tocar en la  madruga, detrás de ese manto, y aprovechar en las “revirás” para poder levantar la mirada y ver  tu rostro dolorido, dejándonos llorar contigo  y ser testigo de ese preciso instante que eternamente quedará grabado para la eternidad.

Pasaron unos años y por fin me convertí en tu costalero, no sé cómo explicar lo que buenamente se siente, a día de hoy creo  que el diccionario aun sigue teniendo deficiencias para encontrar las palabras que puedan describir lo que se siente cuando va llegando ese momento.  Y pasan y pasan los años y me sorprende a mi mismo que ese nerviosismo, ese cosquilleo en la barriga cada año aumentan, la verdad que tendría que ser al revés, pero es lo más parecido y lo poco o casi nada que puedo contar con mi pobre vocabulario.

Ahora ya… apenas una semana nos separa de “La Muda”  es un día muy especial, al entrar en la casa Hermandad  levantas la mirada para ver ese conjunto artístico que sirve de altar en la calle, que da luminosidad a su rostro y encuadra una pintura perfecta para cualquier pintor, ya piensas en ella, piensas que está esperando en la iglesia para el recuentro con sus hijos costaleros.

Y así, Esperando el momento …

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