Sábado 14 de agosto de 2004, una fecha grabada a fuego en los anales de la historia de la Antigua y Fervorosa Hermandad del Niño Dios y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora de la Amargura y San Juan Evangelista.
Tal día como hoy hace 8 años, María bajo la advocación de Amargura recorrió las calles de nuestra Villa en honor de multitudes. La justificación, celebrar el medio milenio de la Cofradía haciendo testimonio público de fe ante la imagen divina de Nuestra Señora.
El pueblo despertó aquel día agosteño engalanado con gallardetes y banderolas repartidas en todas las calles por las que al caer el día María de la Amargura entronizada bajo palio procedería a recorrerlas. Son muchas las estampas inéditas que pudimos contemplar en aquella histórica jornada.
La procesión extraordinaria se inicio pasadas las nueve de la noche. Caía el sol por la vetusta Torre de Santa María. Dentro del Templo se organizaba la comitiva que había de acompañar a Nuestra Madre en su camino de gloria. Sonaba Amarguras. El Palio se acercaba hasta el dintel. La Amargura ataviada de forma especial, con bello manto blanco, se disponía a tomar las calles del pueblo. Una muchedumbre fijaba sus ojos en aquella estampa irrepetible Nuestra Señora de la Amargura sin el discípulo amado, San Juan que la acompañase como cada Madrugada de Viernes Santo.
Tras el salve regina. El Palio se elevo al mismo cielo agosteño que hoy será testigo del discurrir extraordinario de otra de las Dolorosas de nuestras Cofradías, Nuestra Señora de la Soledad, para celebrar el LXXV aniversario de la hechura de la Imagen que gubiará el genial Fernández-Andes.
Con la Amargura en la calle, el tiempo pareció pararse. Cada momento, cada detalle quedo inmortalizado en cientos de memorias que allí estuvieron y como no el recuerdo de aquel día extraordinario se revive cada vez que suena el CD del V centenario que recoge cada instante acaecido en aquella noche de agosto víspera de la Asunción de Nuestra Señora.